Carta del lector, julio 2011

Como últimamente he tenido el tiempo de leer los periódicos CNT que se iban acumulando desde meses me han llamado la atención los artículos de un señor de la Lama, letrado.

Este señor ataca con un gesto muy crítico a los políticos y empresarios españoles, haciéndose pasar por amigo de los obreros, ¿pero con que fin?
En el artículo de mayo (50 minutos más) se puede leer lo productivos que son ”en Alemania” (¿Quien? ¿Los obreros? Muy mala noticia, porque significa que funciona muy bien la explotación. ¿O quizás los empresarios, por su honradez, al contrario a los españoles? Eso sería una gran mentira sobre el sistema de trabajo asalariado.)

Más complicado es el asunto con el largo artículo de abril (Contra la economía clásica). No se puede decir con certeza que es la conclusión del autor. Pretende escribir algo en contra de los economistas clásicos (mis compatriotas, por más INRI) como von Mises, Böhm-Bawerk o Menger. ¿Pero que dice de veras? “Si (en China, en la India) existiera un movimiento obrero, sus economías se orientarían a satisfacer la demanda interna. Y el comercio, el mercado mundial estaría más equilibrado.”
Así nos enteramos para que se necesita un movimiento obrero: ¡para equilibrar el comercio mundial y satisfacer la demanda interna! De esta manera el autor reconoce que lo más natural del mundo es que el obrero produce por cuenta ajena, enriquece a los mercaderes con su consumo y se quede sumiso y productivo para que crezca la economía mundial. Y las teorías y prácticas neoliberales amenazan este idilio.
La cuestión que se me planta es la siguiente: ¿Es la pobreza creciente lo que más preocupa al señor de la Lama, o quizás teme un momento cuando haya un movimiento obrero que no se conforma con derechos laborales y salarios un poquito más altos que los de hoy?
En el artículo de marzo (Vagos, sablistas y maleantes) carga con mucho humo de pólvora sobre los empresarios estafadores. Estafan a los obreros y los consumidores, y con toda impunidad. En Alemania, en cambio ... allí los empresarios van a la cárcel, si no dan de alta a un trabajador o si no cumplen las normas de seguridad. (Pura mentira, por supuesto. Si fuera así, las cárceles alemanas serian llenas de empresarios.)
Es allí, donde funciona el capitalismo, y se superan las crisis económicas porque todos son honestos y contribuyen su parte – trabajo allí, capital acá, suelo allá, como dice la fórmula trinitaria de los tres ”factores de la producción”.

Es como si existiera un guión central para estos defensores de la economía del mercado, o con una palabra anticuada, el capitalismo. Más allá del Pirineo, más arriba en el Danubio hay un capitalismo bueno donde todo funciona. Porque, hay de saber, existe un capitalismo bueno y un capitalismo malo. Lamentablemente aquí, en nuestro país no funciona. Yo he oído este cuento de hadas en Hungría en los últimos 15 años – en este caso el país de modelo es Austria, la Austria rica donde no hay pobres. Y los que difunden estas mentiras por los cuatro vientos se consideran críticos y de la izquierda.

Me extraña que el señor de la Lama recibe tanto espacio en el periódico de la CNT para difundir estas historias que en fin son una burla de a gente trabajadora y un elogio al éxito empresarial.

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