Unos prominentes serbios de los años 1987-2010

 

Zoran Djindjić nació en Šamac en Bosnia en 1952 como hijo de militar. Se licenció en filosofía en la universidad de Belgrado en 1974. Fue puesto a juicio y condenado a prisión por intentar de organizar un movimiento estudiantil independiente del partido comunista. Gracias al a intervención personal del jefe del gobierno alemán Willy Brandt no tenía que cumplir su sentencia, sino era acogido en Alemania.

Dentro del sistema alemán de dar becas generosas a opositores de regimenes no-democráticos, y así criar sus futuros aliados en estos países, Djindjić se preparaba para su futura tarea y consiguió su título de doctor de filosofía con una tesis comprobada por el muy reconocido lameculos de la burguesía alemana, Jürgen Habermas.

 

Regresó a Yugoslavia para enseñar filosofía y fundó el Partido Democrático en 1989. Era diputado de la PD en el parlamento yugoslavo, y brevemente alcalde de Belgrado, en 1997. En 2000 formó una coalición con otros partidos que en fin ganó las elecciones y derrocó a Milošević, en una campaña soportada de masiva intervención financiera y mediática por parte de gobiernos occidentales, ante todo el entoces embajador estadounidiense, William Montgomery. Djindjić entonces hizo un pacto con el jefe de los “gorros rojos”, Milorad Ulemek, que más tarde le costara la vida: A cambio de que los “gorros rojos” no intervinieran a favor de Milošević les prometió que no les iba a perseguir. En 2001 era electo presidente de gobierno de Serbia. En 2002 mandó arrestar a Milošević y entregarlo a La Haya, sin el beneplácito del entonces presidente de Serbia, Vojislav Koštunica. Aparte de eso se enfrentó con todas las capas de la sociedad de Serbia, declarando ilegales los mercados públicos por su evasión de impuestos; intentando de privatizar las empresas todavía estatales, si fuera por precios simbólicos; y reorganizar el sistema de aduanas para frenar el contrabando. Con todas estas medidas ponía en peligro la supervivencia de cientos de miles de ciudadanos serbios. Además quería poner a juicio todos los criminales de Serbia, que constituyeron una parte importante de la economía. En 2003 era asesinado por un tirador de precisión que pertenecía a los “gorros rojos”. Según dicen, en el juicio a puertas cerradas que se celebró contra el asesino Jovanović, condenado a 40 años de encarcelamiento, él dijo: Haría lo mismo mañana. No me arrepiento. Maté a un traidor del pueblo serbio.
El entierro de Djindjić era un gran acto estatal, pero sin gran luto popular. Causó alivio y hasta aprobación entre muchos de sus rivales políticos. El filántropo y agente autodeclarado del sistema capitalista George Soros, asistiendo al entierro allí dijo: “Djindjić era más popular muerto que vivo”. Hasta hoy nadie de verdad lamenta su muerte.

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Radovan Karadžić nació en Montenegro en 1945 como hijo de un “chetnik”, un combatiente serbio aliado a las fuerzas de ocupación, juzgado y encarcelado por la Yugoslavia socialista. Karadžić vino a Bosnia en su adolescencia. Después de licenciarse de medicina trabajaba como psiquiatra en terapia de grupo y una vez incluso daba consejos al FC Barcelona. Empezó a escribir poemas en el estilo de las leyendas serbias. En 1990 entró en el Partido Democrático de Bosnia que competió en las primeras elecciones libres de Bosnia, en quienes este partido ganó 72 de las 240 sedes en el parlamento de Bosnia-Herzegovina.

Inciso: Este partido serbio no ganó más escaños porque muchos de los serbobosnios, y de los votantes en favor de una Yugoslavia entera, votaron por el Partido de la Acción Democrática, el partido de los musulmanes en que militaba el muy popular Fikret Abdić. Al ganar las elecciones la PAD, Abdić era forzado a punto de pistola por Izetbegović y su camarilla a renunciar de formar gobierno. Durante de la guerra de Bosnia Abdić intentaba de independizar su patria chica en el noreste de Bosnia, de donde era expulsado por las fuerzas de gobierno bosnio con la ayuda de la OTAN. A presión de políticos de Alemania y EE.UU. era procesado en Croacia como criminal de guerra en 2002 y condenado a 15 años de prisión, que cumple en la prisión de Pula en Croacia. (EE.UU. y la UE quieren que el quede en prisión para tener manos libres en Bosnia donde Abdić sigue siendo popular.)

Esa breve inserción solamente sirve para entender la complicada lucha por el poder en Bosnia y toda la antigua Yugoslavia. A no presentarse por la PAD Abdić, como destacado y reconocido político y empresario socialista, el partido serbio de Karadžić hubiera salido como el partido más fuerte de Bosnia, y hubiera formado gobierno. Y las cosas se hubieran desarrolladas de una manera completamente diferente.

En 1992 el partido de Karadžić convocó un referéndum para formar un estado serbio más grande, aparte de la Serbia de entonces (incluso Kosovo), comprendiendo partes de Bosnia y de Croacia. Junto con políticos serbios, croatas y bosniocroatas intentó negociar una división de Bosnia. Todos esos planes se acabaron con el posterior veto de la OTAN, y su intervención en la guerra de Bosnia.

Precisamente, se fracasaron porque George Bush padre, saliendo del gobierno de EE UU pero todavía en funciones, mandó su embajador, Warren Zimmermann, de Beogrado a Sarajevo para convencer a Izetbegović de retirar su firma bajo el plan de división de Bosnia en provincias autónomas de Yugoslavia, conocido como el Acuerdo de Lisboa o el Plan Carrington-Cuteleiro, con la promesa de soportar la independencia de Bosnia.

Del referéndum, sin embargo, nació la Republika Srbska, y desde entonces persiste como entidad serbia dentro de Bosnia. El tratado de Dayton en 1995 la reconoció, pero al mismo momento puso fin a todas las ilusiones sobre una Gran Serbia, prohibiendo la unificación de la RS con Serbia. Karadžić se retiró de la política en 1996, como alega, después de una conversación con Richard Holbrooke que le prometió que no le iban a perseguir. (Holbrooke más tarde negó esa promesa. Ahora está muerto y no se puede comprobar su compromiso con Karadzić.) Ya en 1996 el Tribunal de La Haya emitió una orden de búsqueda contra Karadžić que se escondió en varios lugares. Las tropas de ocupación en Bosnia aterrorizaron su familia y incluso golpearon y hirieron su hijo y unos sacerdotes de Pale en la busca de Karadzić, así intentando de hacerles entregarle.
Karadžić finalmente era arrestado en Belgrado por la policía serbia y entregado a La Haya en 2008, porque el gobierno de Serbia recibió unas ventajas al cambio, como la libertad de visado para los ciudadanos serbios (sin Kosovo). Desde entonces se celebró su juicio, en que dictaron su culpabilidad por varios crimenes, incluso los masacres de Srebrenica, basándose en su rango de jefe militar y conclusiones dudosas sacados de supuestas conversaciones telefonicas con subordinados. Karadzić se declaró non culpable, el caso sigue en apelación.

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Mira Marković nació en 1942 en la misma ciudad como su posterior esposo, Slobodan Milošević, en Pozarevac, como hija de partisanos comunistas. Su madre era ejecutada antes de que ella la conociera. Estudiaba sociología, aunque es incierto si obtenía algun título de esos estudios.

Después de ascender al poder su marido, ella fundó el partido YUL (Izquierda yugoslava) en 1994, primero para demostrar el carácter multipartidario de Yugoslavia, segundo para crear un partido de apoyo a la política de su marido, y tercero, para repartir la propiedad estatal entre sus partidarios y los de su marido.

 

 

Mientras su marido gobernaba Yugoslavia, ella se encargaba de fomentar las ciencias y las artes, así haciendo un ridículo de la antigua y respectada producción cultural y científica de Yugoslavia. Creaba un mundo de telenovelas en escrito y de cinema, una música basura a raíz de una alegada “música popular”, difundida por todas la emisoras de Serbia, y celebraba numerosos actos de “ciencia serbia”, todos basados en un nacionalismo hasta imbécil, glorificando toda la historia de Serbia de una forma completamente mistificada y cursi. En Serbia se la tiene en cuenta como quizás una mayor criminal que su esposo difunto. Supuestamente era ella que suplicaba a los “gorros rojos”, los sicarios del gobierno, las listas de personas para asesinar, entre ellos el precursor y mentor de Milošević, Ivan Stambolić, asesinado en 2000.
     Ella, igual como sus dos hijos, ahora está viviendo en Rusia, bien protegida y apoyada por sus amigos/inversores rusos, entre ellos el ex-ministro ruso de exteriores, Andrei Kóziryev, ahora copropietario de la gran empresa farmacéutica Galenika en Serbia.

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Slobodan Milošević nació en Požarevac en 1941 como hijo de un sacerdote (popa) serbio. Sus padres eran inmigrantes de Montenegro. Ambos padres se suicidaron: El padre, habiendo regresado a Montenegro, en 1962, y su madre en 1974.

Milošević se licenció como letrado en 1960 en la universidad de Belgrado. En 1978 empezó a trabajar en un banco importante de Yugoslavia, Beobanka, y aprendió inglés. En los años 80 ascendió dentro de las filas comunistas serbias, todo debido a la ayuda de su mentor, Ivan Stambolić.

En 1987 derrocó a Stambolić como jefe de Serbia, sirviéndose de las minorías serbias de Kosovo. Con ellos, emborrachados y llevados a Novi Sad (capital de la Voivodina) inició la „revolución de yogur“ en 1988 que acabó con la autonomía de Voivodina. Después, en marzo de 1989, con la ayuda del ejército y bajo el pretexto de unas huelgas en las minas de Mitrovica, abolió la autonomía de Kosovo. Para colmo, en verano de 1989 salió la película “La batalla de Kosovo”, hasta entonces la más cara de Yugoslavia, celebrando la batalla perdida por las fuerzas serbias contra los turcos hace 600 años, así “bendiciendo” la vuelta de Kosovo al dominio serbio.
Una vez acabada la „reunión“ de las „tierras serbias“, Milošević se dedicó a la reunión de Yugoslavia como estado serbio, con minorías reconocidas o subordinadas. Eso llevó a las guerras contra Eslovenia, Croacia, y Bosnia. Después de los acuerdos de Dayton Milošević intentó a conservar como estado serbio lo que era posible. En vano. La guerra de la OTAN en 1999 le enseño su impotencia frente a los estados poderosos. Su acusación como criminal de guerra, siendo él entonces todavía cabeza de un gobierno democráticamente electo, era un estreno en el palco de la ley internacional, cosa que causó gran orgullo para los jueces y fiscales internacionales quienes ejercen su oficio en La Haya.
Slobodan Milošević se murió allí, en La Haya, bajo circunstancias poco aclaradas. Siendo jurista, era demasiado listo para las acusaciones y los fiscales de la corte internacional. Cómo se murió, y por qué, no vamos a saber. Lo que es cierto es que su muerte complació a muchos, juristas y políticos.

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Ratko Mladić, nacido en Božanovići en Bosnia en 1942. Hijo de un partisano comunista muerto en combate, fue oficial del Ejército Popular de Yugoslavia. Al estallar la guerra inicialmente sirvió en Croacia, sobretodo en la Krajina. Después ascendió a jefe de mando de las tropas serbobosnias.

En 1994-1995 la tarea de esas tropas era conquistar lo máximo posible del territorio de Bosnia para una posterior paz, como la división de Yugoslavia era previsible.

 

La matanza de Srebrenica en que perecieron 8.000 musulmanes según las cifras de la ONU, 3 mil y pico según las autoridades de la Repulika Srpska que concluía una propia investigación en 2004, era una tragedia premeditada: El gobierno musulmán-bosnio de Izetbegović, y la OTAN querían que “pase algo” para justificar su entrada militar en la guerra de Bosnia. Y pasó algo. Ahora se busca a Mladić como máximo responsable de los asesinatos que seguían la conquista de Srebrenica. Milošević firmó para el gobierno de Serbia en Dayton en 1995 que Serbia iba a entregar toda la documentación necesaria para procesar criminales de guerra. En el caso de Mladić eso significaría la completa entrega de todos los documentos respecto al ejército de Yugoslavia y de Serbia hoy en día.

Por mucho tiempo yo pensé que eso sería el mayor obstaculo de su arresto y entrega. Para llevarlo a cabo, era necesario como precondición el desmantelamiento y derrocamiento del ejercito serbio. Pero hoy, después de que Maldić haya acabado en La Haya, me parece que había también otras fuerzas en el fondo que impidieron su detención. Su juicio, si celebrada anteriormente, podría haber dificultado la implementación de la versión oficial sobre los sucesos de Srebrenica.

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Zseljko Ražnjnatović, “Arkan”, nacido en Eslovenia en 1952 como hijo de militar, era un criminal común quien se ocupaba de robo y extorsión en varios países de Europa. Al comienzo de los años 80 el servicio secreto de Yugoslavia le reclutaba como asesino a su mando. (Eso, cabe destacar, no se practicaba solamente en Yugoslavia.) Así cometió asesinatos para el servicio secreto yugoslavo, de enemigos político-nacionalistas croatas y albaneses. Se dice que una vez la tarea era de acabar con un político kosovo-albanés en el exilio y lo cumplió, como prueba trayendo su cabeza cortada a sus comitentes.

Formó su propia tropa paramilitar en los turbios tiempos de la llegada al poder de Milošević, de los hinchas del club de fútbol más famoso de Yugoslavia, el “Estrella Roja” (Crvena zvezda) de Belgrado. Se aprovechó también de las posibilidades que le concedió el sistema económico de “Slobo”, es decir, de contrabando puesto en marcha una vez impuestos los embargos comerciales contra Serbia/Yugoslavia. Gestionaba el club de fútbol Obilić, campeón de la liga serbia en 1998, donde los jugadores también recibieron encargos de chantaje y asesinato. Supuestamente nunca se cortaron sus vínculos al servicio secreto, y colaboró con los militares también, haciéndose carga de tareas que no querían confiar a reclutas. Fue uno de los cabecillas más temidos del país. Le acribillaron a tiros en un hotel en Belgrado en 2000, un crimen hasta hoy no aclarado.

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Vojislav Šešelj, nacido en Sarajevo en 1954 como hijo de un trabajador de los ferrocarriles, se graduó como letrado muy joven en la universidad de Belgrado en 1979. Después de regresar a Sarajevo, entró en una controversia científica desmantelando a un protegido de altos mandos del partido comunista. Por eso era expulsado del partido comunista y desde entonces se consideraba un disidente, estaba bajo vigilancia del servicio secreto, detenido y encarcelado varias veces hasta 1989.  

Empezó a criticar el sistema federal y la definición de los nacionalidades. De un crítico intelectual y adherente confeso de Yugoslavia se convirtió en un nacionalista serbio vehemente en 1989 cuando un exiliado “chetnik”, – un sacerdote quien había colaborado con los fascistas alemanes e italianos durante la II. Guerra Mundial para combatir los comunistas – le declaró su sucesor, y “protector” del pueblo serbio. A partir de esta “bendición” empezó a formar tropas paramilitares dedicadas a la “limpieza étnica”. Fundó el Partido Radical y era su diputado en el parlamento serbio desde 1991, con la excepción de 1994 y 1995 cuando le pusieron a juicio y le metieron en prisión. Por su papel de político nacionalista y jefe de tropas paramilitares el Tribunal de la Haya le reivindicó como criminal de guerra. Šešelj se entregó voluntariamente en 2003. Al abrirse el juicio en 2005 el decía que el tribunal no tiene autoridad para procesarle, y solamente puede “chupar su cola”. Tenía que iniciar una huelga de hambre en 2006 para obtener el derecho de autodefenderse. Su juicio ha sido aplazado y prolongado desde entonces. Conoce las leyes mejor que los fiscales del tribunal. Era imposible condenarle, pero nadie quería absolverle.

Después de 12 años en La Haya y sin condena, pero también sin absolución, liberaron a Šešelj “por razones humanitarias” y se volvió al palco político de Serbia, cosechando 8% de los votos en las últimas elecciones y causando cierta indignación entre la clase política.

 

El artículo general sobre Serbia

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